sábado, 5 de junio de 2010

Con una mano adelante y la otra atras

Los medios de comunicación no son ni buenos ni malos; su calidad depende de las cualidades morales e intelectuales de quienes los usan, sean productores, comunicadores, receptores o espectadores. En estas líneas me limitaré al universo del cine. Es mi intención aportar un poco de luz, “encender una vela”.

Considero al cine como un sistema de elementos culturales, económicos y técnicos que operan en forma interdependiente. Las películas también pueden considerarse sistemas formales, en los que no hay nada casual ni gratuito y todo posee una funcionalidad, una intención, un sentido. A su vez, son influidas por aquellos elementos. Porque como bien dice Francesco Casetti: “un filme es también lo que las condiciones de su existencia le permiten llegar a ser.


El documento Ética en las Comunicaciones Sociales del pontificio Consejo que se ocupa del tema afirma que “a pesar de su inmenso poder, los medios de comunicación son y seguirán siendo sólo medios, es decir, instrumentos, herramientas disponibles tanto para un uso bueno como para uno malo. A nosotros nos corresponde elegir. Los medios de comunicación no exigen una nueva ética; lo que exigen es la aplicación de principios ya establecidos a las nuevas circunstancias.

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